Lo que no pase en EEUU no pasa en ningún lugar. Lo que no pase, mejor dicho, en el deporte de Estados Unidos. Sí, hemos visto de todo a buen seguro, pero lo que nunca habíamos presenciado hasta el día de hoy es a una persona intentando acceder a un estadio deportivo... con un caimán.

Ya de por sí el hecho de que alguien tenga a uno de estos reptiles de mascota es curioso. Que camine con él por una ciudad como el que pasea un perro, con su correa y todo, es más curioso aún. Y ver cómo tratar de entrar con él a ver un partido de béisbol...

Porque ahí estaba el aficionado. En Filadelfia, tratando de entrar con él a ver a los Phillies. A llevarle al béisbol. A ver un partidito. Entre fotos y abrazos, entre instantáneas y ver cómo incluso le cogía en brazos. Porque el plan parecía, simplemente, brillante.

La seguridad frustró 'el plan'

Al menos hasta que llegó la seguridad del estadio. Ahí ya la cosa se puso seria. Le pidieron la documentación del animal. Le preguntaron si estaba registrado. Y ahí estaba el aficionado. Con todo listo.

Registrado como "animal de apoyo emocional" estaba el caimán. Pero a pesar del indudable sustento que debe ser el reptil, no fue suficiente para los de seguridad.

Al final, a casa. Metió al caimán en el maletero y pusieron rumbo al hogar.