Álvaro sólo llevaba dos días en Madrid. El joven murió al caer desde 8 metros de altura sobre la A-6. A su familia le aseguran que ha sido un accidente: cruzó corriendo un semáforo, con las manos en los bolsillos, tropezó y cayó sobre la autovía.

El Samur grabó su llegada al hospital. Mientras, los psicólogos atendían a los dos jóvenes que acompañaban a Álvaro en el momento de su caída. Son dos veteranos de su colegio mayor. ¿Es eso lo que ocurrió? ¿Álvaro corre, tropieza y cae? "Yo diría que es imposible, imposible con letras mayúsculas y luminosas", explica el subinspector del Cuerpo Nacional de Policía, Alfredo Perdiguero.

El atestado de Policía recoge la extraña muerte del joven novato. "Álvaro había bebido, tambien los dos veteranos que le acompañaban. Ellos declaran que el novato se asomó a la barandilla, y resbaló". Otros testigos aseguran que Álvaro estaba "tonteando" en el puente y perdió el equilibrio. Sin embargo, el atestado no aclara si Álvaro actuó así voluntariamente.

El director del colegio mayor de Álvaro, un sacerdote de la orden de los Agustinos, mantiene la versión del tropezón dada por los jóvenes veteranos. "Álvaro tuvo un accidente, y desgraciadamente ese accidente fue mortal".

Cristina Velázquez está convencida de que la muerte de Alvaro es consecuencia de una novatada. Era la vicerrectora de la Complutense cuando el novato muere. Sólo unas horas después se reúne con el director del San Agustín. "No me creo que la muerte de Álvaro no fuera una novatada. No caben más opciones".