"Mi madre estaba sola ante el peligro", lamenta Raquel Orantes, una de sus hijas, que recuerda cómo la sociedad "miraba hacia otro lado" mientras ella sufría malos tratos. Raquel asegura que su padre estaba visto como "una bellísima persona", "un trabajador ejemplar".

"Él era un ejemplo y nosotros éramos los grandes desconocidos", dice Orantes, que explica que tanto su madre como todos sus hermanos sufrían "palizas" y "malos tratos" por parte de su padre.

Raquel cuenta en El Objetivo que su madre "lloraba y se arrepentía" de no haber acudido a denunciar su situación en televisión antes, un derecho que "se le negaba". "No teníamos dónde ir", afirma, a la vez que explica que los hijos de Orantes quedaron "desamparados" ante una sociedad que cuestionaba por qué no se llevaron a su madre de esa casa.

"Se nos sigue cuestionando. No tuvimos ayuda psicológica y económica, nos hemos reconstruido nosotros mismos", zanja Raquel.