Ana Orantes hizo su vida en torno a sus 8 hijos. A pesar de estar separada de su maltratador desde hacía un año, no pudo dejar de vivir en la vivienda conyugal porque si lo hacía podían acusarla de abandono de hogar. Ahora, su hijo Rafael Orantes elogia a una madre coraje que recibió golpes para evitar que los recibieran sus pequeños.

"Desde que soy pequeñito recuerdo muchas palizas. Ella siempre ha sido nuestra protectora, porque ahí recibíamos todos. Nada de lo que hiciéramos o hiciera mi madre estaba bien. Todo eso está grabado en la mente", ha reconocido en el homenaje de El Objetivo a Ana Orantes en el teatro Ateneo de Madrid.

Se cambiaron de casa en numerosas ocasiones porque él, su exmarido y asesino, José Parejo, siempre trataba de anularla. "Él intentaba aislarla de donde estábamos. Cambiar de sitio para que no tuviera amistades. Ella no podía conocer gente ni tener amistades con nadie. Quería aislar a mi madre para que ella siempre estuviera sola. Tenerla para él. Los hijos, cuando ya teníamos una cierta edad, le estorbábamos. Él intentaba que saliéramos de la casa", ha explicado. Puedes escuchar su duro relato en el vídeo principal de esta noticia.