"Es la mejor tienda que tenemos en Valencia y la tratas como si fuera tu chiringuito", le echaba en cara el jefe infiltrado de UrbanClean a su empleada el día de las revelaciones. En su infiltración, él había sido testigo de cómo Laura pasaba olímpicamente de la tabla de precios calculados y aprobados por los directivos de la empresa. Ella cobraba más o menos dependiendo de si la ropa era de marca o no, o incluso decidió no cobrar un servicio a alguno de sus clientes ese día.

El director general, Julio Alonso, acababa de desprenderse de su falsa identidad ante ella y estaba listo para decirle todo lo que había visto que no hacía correctamente. "¿Tú sabes lo que es esto? ¿Quieres que añadamos una nueva hoja con los precios de Laura? No se puede, no es un chiringuito", recalcaba mientras le enseñaba la hoja de precios.

Pero la bronca aún no había acabado. "Cuando tú te pones a coser una prenda, UrbanClean te sigue pagando la luz, el hilo, la aguja, te paga esos 10 minutos, y tú no se lo cobras al cliente, se lo regalas. Si quieres, hacemos una cosa: cuando hagas una cosa gratis, marcas el tiempo en un reloj y ese dinero no te lo pago. Si tú regalas servicios a los clientes, yo no te los tengo que pagar".

(*) Desde laSexta.com estamos recuperando los mejores momentos de la hemeroteca de El Jefe Infiltrado.