Sofian se sienta frente a Borja Domínguez que le hace recordar qué pasó en su restaurante en ‘La noche de los mojitos’. El encargado le explica que despidió a Iñigo, un compañero nuevo. El empleado cuando descubre que era su jefe en realidad el que se escondía detrás del concursante al que echó, le pide disculpas. Sofian cree que le van a despedir y Borja le acusa de no saber lo que es el ‘fun eating’ y de no haberle dado una segunda oportunidad. Sin embargo, el jefe le da una segunda oportunidad y le advierte de que le va a meter ‘fun eating’ en vena.

Jennifer reconoce a Borja en su despacho. El jefe asegura que le llamó la atención el despilfarro que hubo en la barra en ‘La noche de los mojitos’ y le decepcionó que le vendiera cuando le pilló Sofian bebiendo un mojito. Sin embargo, tiene el corazón partido porque ha sido la empleada que más le ha enseñado en la sala. Por eso, la premia con 3.000 para que se forme en su sueño: ser azafata.

Con Ian, Borja vivió una de sus experiencias más estresantes y no entiende por qué no le echó antes de la cocina. El jefe premia su ‘fun eating’ dentro de la cocina con un viaje a Inglaterra para que su familia pueda conocer a su hija.

Borja le agradece que Nacho, con tan sólo 18 años, le haya enseñado la barrera del ‘fun eating’. El jefe piensa que es “un máquina” y le premia con 6.000 euros para que el joven empiece a dar sus primeros pasos con su orquesta. “Se agradece porque pocas veces te hacen cosas así en la vida”, comenta emocionado el camarero.

El jefe infiltrado le confiesa a Beatriz que trabajar con ella fue un poco desagradable porque no le hacía caso. Una experiencia caótica y por la que acabó llevándose las culpas el falso empleado. Sin embargo, le impresionó que compartiera su enfermedad con él y no con nadie más. Por su fuerza le anima a seguir en ‘Wogaboo’ y la premia con la visita de su madre.