En su primer día, el jefe infiltrado se mete en L'Antiga valenciana de la plaza Santa Clara, un establecimiento emblemático donde trabaja David, que lleva toda su vida ahí. El jefe infiltrado quiere comprobar si es un verdadero profesional o con el tiempo ha adquirido malos hábitos.

Durante su estancia con David, el jefe se da cuenta de dos errores graves que comete su empleado. Primero, David explica a el jefe que hace precio especial a determinados clientes, algo que no gusta nada al empresario. "A clientes de toda la vida no le cobramos el precio de la terraza, eso solo lo hacemos a los clientes nuevos", explica Davida el jefe infiltrado, que no da crédito y es que empieza a sospechar que David lleva la amistad demasiado lejos.

Incluso, David invita a una amiga delante de él. "En La Antiga valenciana de Santa Clara tienes que ser amigo de David, porque así tienes mejor precio", afirma indignado el jefe, que muestra su gran enfado a cámara. Además, el despiste de David al hacer el pedido para reponer los helados que ya no quedan o están a punto de terminarse tiene consecuencias. Y es que aparecen varios clientes que no tienen lo que piden.