El servicio ya había terminado y Fede y 'Marco' decidieron tomarse un descanso mientras terminaban de limpiar la vajilla. Tras un duro día de trabajo mano a mano, su 'ayudante', que en realidad era su jefe infiltrado, se propuso pillarle con la guardia baja para lanzarle la pregunta que tanto le inquietaba: ¿por qué estaba tan desmotivado?

Eso sí, lo hizo con todo el tacto del mundo, aunque a Fede solo le bastó darle un poco de pie para que el vaso rebosara. "Aquí no nos dejan aportar absolutamente nada. Son las hamburguesas que él hace y ya está", decía,criticando a su jefe sin saber que lo tenía delante. "En un año y medio que llevo aquí jamás me ha preguntado si tenía alguna idea, qué me parecía... Ni a mí ni a nadie", añadía.

"Echo en falta alguien que te esté motivando. No sé, que te compre un libro y venga tu jefe y con el libro de cocina te anime a probar cosas", sentenciaba. "Yo no puedo permitir esta clase de sentimiento dentro de Toro Burger", decía con pesar Dado Lima ante las cámaras de El Jefe Infiltrado.

(*) Desde laSexta.com estamos recuperando los mejores momentos de la hemeroteca de El Jefe Infiltrado.