Cada sábado, la Red de Apoyo Mutuo del barrio madrileño de Aluche reparte alimentos a centenares de familias en situación de vulnerabilidad. La pandemia disparó estas despensas solidarias, pero como hemos enlazado una crisis con otra, siguen sin dar abasto. Andrea Ropero se traslada hasta allí para hablar con sus voluntarios y la gente que les pide ayuda para poder comer.

"Antes del verano empezó a subir y ahora mismo sube alrededor de 10 o 12 familias semanalmente", explica su presidente, Rogelio Poveda, quien destaca que ayudan a 300 familias y 110 niños. "Hasta ahora los únicos que nos ha dado algo de apoyo ha sido el ayuntamiento, que nos ha dado 7.000 botes en dos años, eso lo damos nosotros en una semana", afirma el presidente, que se indigna al escuchar apolíticos decir que los que van a las colas del hambre son personas subvencionadas y mantenidas: "Ellos no viven esta vida, están arriba y no quieren verlo, es un problema que para ellos no existe".