Tenerle miedo a un enchufe, a un termostato o a que llegue diciembre, enero. Tiritar igual por el frío que por los pocos euros. Victoria Caballer se calienta en su casa con un pequeño calefactor: "Esta casa es un hielo, hace un frío de hielo". El calefactor da calor, "pero no lo puedes poner mucho porque gasta mucha electricidad".

"Estoy esperando a que llegue el calor, porque me doy una ducha y me quedo fresca, pero en invierno es peor", relata Victoria. Y añade, "si no podemos comprar para comer, no podemos pagar la luz, entonces nos queda el frío".

"Mis nietas, cuando vienen, no pueden quitarse el abrigo", explica. En el salón se arropan hasta el cuello para no quedarse fríos. Asegura que ha vivido muy bien durante muchos años y que ahora ha "caído en picado". Victoria sabe que no es la única: "como yo, hay muchas".