El nuevo recibo de la luz, el que entrará en vigor el 1 de abril asusta en parte a las eléctricas. Critican que esos nuevos precios de la luz son una bomba de relojería. Empezando porque les pilla de sopetón el nuevo cambio a menos de dos meses, van a tener que ponerse las pilas.
Las eléctricas hablan de plazos ajustados para poner en marcha la nueva facturación y hablan también de locura de precios, hasta 1.440 precios se puede dar en una factura que abarque dos meses. Es más, dicen que comprobar si la factura es correcta o no, si se ajusta a nuestro gasto, con este nuevo sistema por horas va a ser prácticamente imposible.
Para intentar comprobar esa factura, los usuarios tendrán que meterse en la web que ponga en marcha la Comisión Nacional de los Mercados y la competencia, mirar si esas tarifas se corresponden con los momentos en los que hemos enchufado el secador, o el electrodoméstico de turno. Algo bastante complicado incluso para quienes se manejen en internet.
En 2018 ya será obligatorio, entonces todos los contadores tendrán que ser digitales, pero quedan cuatro años y hasta entonces y desde abril, ¿qué va a pasar?
El 1 de abril la factura ya no va a estar fijada como antes, por los precios de la subasta que se hacían cada tres meses. Habrá posibilidad de tener una factura mensual, pero esa factura será bimestral. El consumo será hora a hora, es decir, en una factura del 1 de abril al 1 de junio, pagaremos lo que en esos días cueste la luz.
Este consumo por horas puede fluctuar muchísimo, desde los 0 euros a más de 70 en apenas un día. El precio, en este caso, va a depender del mercado mayorista, de las grandes eléctricas.
Aun así, no se engañen, el Gobierno habla de un 3% de ahorro pero eso va a ser muy difícil de cuantificar porque la parte del consumo en el recibo va a seguir siendo la menor parte, apenas un 37% de la factura. El resto, la mayor parte, el fijo, es lo que ha subido y lo que encarece nuestros recibos.
LAS ELÉCTRICAS SE HAN POSICIONADO EN CONTRA