Las informaciones publicadas a raíz de un estudio de 'Nature Geoscience' han generado mucho revuelo y nos plantan casi en un escenario apocalíptico. Señalan las investigaciones de dos miembros de la Universidad de Pekín que el núcleo de la Tierra, la parte más profunda, se ha detenido y podría incluso estar girando en sentido contrario al planeta. Esto tendría efectos globales para el planeta como un cambio de clima, modificaciones en el nivel del mar o provocaría que los días se acortasen.

Nahúm Méndez, geólogo y divulgador científico, ha arrojado un poco de luz en ARV sobre esta noticia de impacto. "Cuando uno lee el artículo científico y toda la información que hay alrededor se da cuenta de que no es lo que parece", apunta el experto. Asegura que la cuestión es "algo más difícil de entender, pero que no tiene tanta repercusión ni es catastrófico".

Así, Méndez afirma que el núcleo "realmente no se está parando". Y lo explica de manera gráfica: si imaginamos que la Tierra -que está dividida en más capas- está dividida en corteza, manto y núcleo, y esas tres capas están corriendo una maratón, de repente el núcleo tiene flato y empieza a frenar un poco. Desde el punto de vista de la corteza y el manto, que siguen corriendo, el núcleo se está alejando de ellos, pero en un momento dado el núcleo se toma un jarabe vitamínico y vuelve a correr al mismo ritmo. Parece, desde el punto de vista de la corteza y el manto, que está estático, pero se mueve también hacia la meta.

"Lo único que vemos es que el núcleo gira un poco más lento o más rápido con respecto al manto y la corteza, es un efecto, pero no quiere decir que se está parando. Es una variabilidad muy pequeña que no nos debe asustar ni preocupar", recalca el geólogo. De este modo, afirma contundente que "la Tierra no se va a parar y todo va a seguir funcionando como hasta nuestros días".

Además, explica que los científicos de este estudio "dicen que este cambio de velocidad que se ha observado en el núcleo interno de la Tierra ocurre más o menos cada 70 años". Aunque puede tener una repercusión respecto a la duración de los días, esto sería en una escala de unos milisegundos, o en algunos patrones atmosféricos, pero entra dentro de la variabilidad de la Tierra".