Los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro acordaron este fin de semana un rescate de 10.000 millones de euros para Chipre a cambio de la ayuda multimillonaria de sus socios. A cambio, el nuevo Gobierno de Nicosia ha tenido que cruzar una línea roja y aceptar una quita a todos los depósitos. En respuesta, los chipriotas acudieron masivamente a los cajeros automáticos para sacar dinero, indignados por la decisión que tomaba el Eurogrupo de aplicar quita a todos los depósitos privados del país mediterráneo. Con esta situación, los bancos cerraron y no tienen previsto abrir hasta el miércoles. 

El grave precedente del corralito chipriota ha oblidago a un acuerdo entre el Gobierno de Chipre con la troika. Se ha creado un nuevo proyecto de ley mejorado sobre la quita a los depósitos privados que suaviza el impacto a los pequeños ahorradores. José Carlos Díez, jefe de Intermoney, señala que la decisión de Bruselas y Alemania es una estupidez humana ya que “no tiene ninguna justificación económica”. “Es una decisión política y tendrán que asumir los costes y explicarlo los políticos que han tomado la decisión. Me parece una aberración ya que lleva a Chipre a un camino sin ninguna parte” sentencia Díez.

Maruhenda se muestra preocupado ya que la situación europea está mal resuelta. “La cifra  de 10.000 millones de euros puede parecer pequeña pero es un precedente ya que si a Chipre se le aplica un principio distinto siendo más pequeño, puede adaptarse a otros países de otras medidas”.