El Consejero Delegado de la compañía AstraZeneca no descarta que la vacuna de Oxford pueda estar disponible a finales de año a pesar de la paralización de los ensayos clínicos por la mielitis transversa que ha desarrollado una paciente que se inoculó la vacuna.

Sin embargo, a juicio del director de Análisis IS Global, Rafael Vilasanjuan, ser demasiado optimistas puede tener riesgos. Así lo ha explicado en Al Rojo Vivo: "¿Es mejor vacunar a un país o vacunar proporcionalmente en todo el mundo? La primera opción nos dejaría con las fronteras cerradas. Si vacunamos al 100% de los españoles, pero no vacunamos en Marruecos o latinoamérica, cerremos las fronteras, porque las vacunas que van a salir funcionarán al 50%, quiere decir que si los dos nos ponemos la vacuna uno de los dos no está protegido aunque lo pensemos".

Así, Vilsanjuan ha explicado por qué es difícil que se acabe con el virus pronto. Algo que también ocurre con la vacuna de AstraZeneca: a pesar de que el parón en la investigación dure poco, existe la posibilidad de que dure mucho tiempo si hay dudas de que realmente la mielitis haya sido generada tras la inoculación.

"Se está estudiando en todos los casos de ese ensayo si hay la más mínima información para pensar que la vacuna tiene una relación directa con el diagnóstico de esta mujer", ha explicado Vilasanjuan.

Por lógica, ha explicado el investigador, lo normal sería pensar que tendremos vacunas hacia marzo o abril. Sin embargo, la batalla contra el virus durará mucho más.

"Se están acortando los procesos. Se oye hablar del proyecto 'velocidad de la luz', que es básicamente crear plantas para producir vacunas antes de que se regularicen, antes de que tengan licencia", ha añadido Vilasanjuan, que ha asegurado que eso hace pensar que "habrá vacuna". Aun así, "no para todos".

"Esta vacuna está completamente vendida, AstraZeneca ha lanzado su campaña de márketing a diversos países, y ya se han comprometido todas las dosis disponibles", ha explicado el investigador, que cree que aun así son insuficientes: "Sí que es verdad que si llegáramos a producir en un año 3.500 millones de dosis habría para el 40% de la población mundial, lo que comenzaría a bajar la transmisión.

"Habrá que esperar y tendremos que acostumbrarnos a vivir con el virus durante un año y medio o dos años por lo menos, si es que al final conseguimos que la vacuna sea esa gran barrera de contención", ha señalado. Y es que Vilasanjuan afirma que hay que tener en cuenta las particularidades de la vacuna: "Hay vacunas que impedirán que haya más transmisión y otras que solo prevendrán que del contagio se pase a la enfermedad".