La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha afirmado este jueves que "en general", la ciudad "está preparada para avanzar a la fase 1". Colau ha destacado que la decisión se ha tomado desde el consenso entre las administraciones, "como pedía la ciudadanía.

"Los datos son buenos y los indicadores de contagios van disminuyendo por lo tanto felicitar a la ciudadanía porque está siendo responsable en términos generales", ha asegurado en una entrevista en Al Rojo Vivo al tiempo que ha advertido que para seguir avanzando conviene mantener la responsabilidad y prudencia que han mantenido hasta ahora.

Colau, ha resaltado que la ciudad ha sido de las que más ha tardado en abrir las playas: "Lo hemos hecho poquito a poco porque no queremos un efecto llamada y lo que no podemos permitir es que haya aglomeraciones en la playa ni en ningún otro sitio".

La regidora de la ciudad condal insiste en que aunque entienden que la gente lleva mucho tiempo encerrado en casa y necesita salir, no se pueden permitir aglomeraciones y recuerda que de momento no está permitido ni el baño ni quedarse a tomar el sol: "No queremos dar pasos atrás y apelamos a la responsabilidad de la ciudadanía".

Sobre cuándo se permitirá el baño, Colau reitera que son prudentes y que están haciendo todo desde el diálogo con la Generalitat y con el Estado, mirando que los datos acompañen y que el uso de la playa está previsto en la fase 2, por lo que aún no es el momento.

En cuanto al turismo, Colau reconoce que "el golpe es muy duro" y que será una de las últimas actividades en recuperarse y, mientras tanto, propone reforzar la activación del consumo local.

También se ha referido a las manifestaciones que se están extendiendo en los últimos días y de las que ha dicho que hay que "garantizar el derecho a la libertad de expresión pero siempre cumpliendo con las medidas de seguridad".

Mientras que de los escraches realizados al ministro del Trasnportes, José Luis Ábalos o al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, a las puertas de sus casas, Colau reitera que siempre ha "defendido la libertad de expresión y de manifestación mientras no haya violencia", pero ha considerado que no se puede comparar los escraches de familias deshauciadas o en extrema necesidad a los realizados por personas que están en contra de determinadas medidas sociales.