La cadena de restaurantes Grillaera, con locales en Málaga y Algeciras, ha publicado en su carta el sueldo que cobran sus trabajadores. Una información que ha despertado comentarios en redes sociales.

El restaurante señala que sus camareros tienen un sueldo bruto de 1.648 euros del que perciben 1.430 euros netos -y 537 euros como tributo a la seguridad social-. Según explican todos sus trabajadores están contratados "las horas que trabajan" y su sueldo "está estipulado por el convenio de hostelería de Málaga".

Además, apuntan que el 80% de los empleados tiene un contrato indefinido y que su jornada semanal cuenta con cinco días laborales y dos de libranza consecutivos.

"Disfrutando de Grillaera estás contribuyendo a crear una profesión más justa y erradicando una lacra social alrededor de la restauración", apuntan en la carta, que también indica que tienen contratados a siete cocineros, ocho camareros, un friegaplatos, tres contables, un responsable de mantenimiento, un responsable de gerencia y un responsable de marketing.

Una estrategia de marketing que ha levantado reacciones en Twitter, muchas de ellas aplaudiendo la transparencia y las buenas condiciones de los empleados.

Las razones por las que los trabajadores de la hostelería la abandonan

73.000 trabajadores que antes de la pandemia se empleaban en la hostelería no han vuelto a sus puestos. Es un 3% menos de camareros y algo que se va a agravar teniendo en cuenta que este verano la patronal del turismo predice niveles de consumo como el verano de 2019.

Las razones por las que no vuelven al sector son variadas. Muchos camareros y cocineros buscaron otros trabajos que seguían funcionando a pesar de la pandemia. Otros se dedicaron a formarse para optar a trabajos mejores y, otros, perdieron sus puestos porque los lugares donde estaban empleados acabaron cerrando.

A esto, además, hay que sumarle otro factor: ya no vienen tantos migrantes como antes de la pandemia, donde tienen un gran peso.

Asimismo, se trata de un mundo muy precario: según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se cobran unos 1.300 euros brutos al mes en catorce pagas. Es el sueldo más bajo de todas las clasificaciones del INE junto al de trabajadores no cualificados. Y los contratos son muy cortos: dos de cada tres firmados el pasado año fueron eventuales. El resto, de obra y servicio o interinidades. Los fijos apenas fueron uno de cada diez. También hay muchos casos de jornadas laborales eternas no reflejadas en contratos, de días de descanso que no existen y de pago de parte del salario en negro.

Pero la hostelería no es el único lugar que adolece de la falta de trabajadores: faltan tanto temporeros como ingenieros. En muchos sectores: la construcción, la agricultura, el transporte, la industria o las empresas tecnológicas. De acuerdo con Eurostat, en el último trimestre de 2021 han quedado 100.000 puestos de trabajo vacantes en nuestro país, 33.000 más que en el mismo periodo del año anterior.

En total, un 0,7% de las ofertas de empleo quedan vacantes. El nuestro es el país de la Unión Europea con la tasa más baja. Sin embargo, también somos el país con el paro más alto del conglomerado: un 13,5%. Así, es normal que no queden muchas ofertas vacantes.