La hija de Ester sufre una enfermedad, rara, neurodegenerativa e irreversible, desde hace cuatro meses su situación ha empeorado, sus padres piden que se ponga fin a su agonía. "Nosotros no queremos que nuestra hija siga sufriendo ni ver a nuestra hija demacrada ocho meses viendo cómo se va su vida", explica su padre.
La niña se mantiene con vida con una conexión alimenticia artificial y los padres piden una muerte digna para la menor, cuentan con el apoyo del comité de bioética pero no con el del hospital con el que se han reunido durante toda la mañana. "Ellos dicen que bajo su criterio no han llegado al punto de retirarle la conexión alimenticia", explica la madre.
El Servicio Gallego de Salud ha emitido un comunicado y dice que tal y como recoge la ley evitarán la obstinación terapéutica, es decir el mantener con vida a la niña de forma artificial. A día de hoy no consideran que se haya llegado a ese punto porque a la niña sólo se le está alimentando.
Las asociaciones en defensa de una muerte digna piden que a la niña se le aplique una sedación paliativa, un derecho que recoge la ley aprobada en Galicia este verano para regular la dignidad de los enfermos terminales.
Por eso sus padres piden para la pequeña una muerte digna no quieren que su hija siga aguantando el duro sufrimiento. Llevan meses luchando y han conseguido el apoyo del comité de bioética del centro pero no el del equipo de pediatría.
Los padres han estado toda la mañana reunidos con un comité de pediatría, desde el hospital insisten en que no van a desconectar a la menor, y que están dentro de la legalidad siguiendo los códigos éticos.