Es uno de los negocios ilegales que más ha crecido en los últimos tiempos, tanto que en tan solo un día la policía ha intervenido 25 toneladas que se iban a vender en el mercado negro.
Esta última intervención ha sido gracias al trabajo conjunto con los sectores energético, ferroviario y de las comunicaciones, sectores que son los más afectados por este tipo de robos.
Los delincuentes lo roban de las vías del tren, del cableado de la luz o incluso de huertos solares. La tonelada puede alcanzar los 2.000 euros, y en el caso de ser detenidos por la policía, en poco tiempo vuelven a la calle.
Las bandas se organizan cada vez mejor y muchas ya operen a nivel internacional. Directamente tienen contacto con el cliente extranjero, por lo que han dejado de utilizar intermediarios para que los beneficios acaben siendo mayores.