Benidorm ha sido la ciudad más castigada por las intensas lluvias. El alcantarillado se ha desbordado y las calles se han convertido en ríos. La fuerza del agua ha arrasado todo lo que ha encontrado a su paso y ha anegado más de un centenar de locales comerciales. 

Después de lo ocurrido, toca valorar los daños. En una tienda de calzado, el agua ha llegado hasta el almacén y ha acabado con el género de la nueva temporada. En otro punto de la ciudad, los ocupantes de un vehículo se han visto obligados a salir de él después de que el agua impidiera al coche continuar. En total, la tormenta ha descargado casi 30 litros por metro cuadrado en poco más de una hora.