En España se calcula que en torno al 10% del tabaco que se consume es de contrabando. En los últimos años el contrabando de tabaco había desaparecido prácticamente en nuestro país, pero la crisis hace que más personas se dediquen a esta actividad ilegal, por lo que ha aumentado el número de cajetillas ilegales en el mercado. Algunos consumidores creen que, con la subida del precio, es la única salida para seguir fumando.

La crisis arrastra a algunas personas a volver a este negocio ilegal y algunos consumidores aprovechan que se pueden ahorrar bastante dinero. Aunque otros son conscientes de que comprando este tabaco, también se evaden impuestos.

Ahora, ya no sólo se trafica con cigarrillos, también con picadura. Recientemente se incautaron en Barcelona medio millón de cajetillas, un golpe que hace que España sea un país complicado para introducir tabaco.

Reino Unido, Grecia e Italia son los países europeos donde más ha aumentado el consumo de cajetillas ilegales.