El Ayuntamiento de Santiago de Compostela ha acordado declarar en un Pleno extraordinario siete días de luto oficial por el accidente ferroviario ocurrido en el que han muerto 78 personas, así como colocar crespones negros en las banderas de su sede en el Pazo de Raxoi.
La junta de portavoces se reunió en un Pleno extraordinario con un único punto en el orden del día: la lectura de una declaración institucional que destaca que Galicia sufrió ayer "el accidente más grave de su historia".
La declaración, leída por el alcalde, Ángel Currás, incide en que la suspensión de los actos festivos del Día de Galicia y los siete días de luto simbolizan "la desolación y la tristeza" y el pésame de la ciudad.
Recalca también que la capital gallega "se siente solidaria con todas las víctimas" y pone a disposición de sus familias "todos los medios humanos y materiales" a su alcance.
Asimismo, subraya el "carácter de pueblo unido, solidario, preocupado e implicado" mostrado por vecinos y visitantes ante "una desgracia de esta magnitud.
En la plaza del Obradoiro las banderas ondean a mediaasta, y la misa en la Catedral se ha convertido en casi un funeral con el dolor y la consternación producido en este trágico accidente.
El botafumeiro no ha volado por la nave lateral y los ánimos de los peregrinos están por los suelos. Las caras de los fieles reflejaban la tristeza . Por eso, han querido unir sus oraciones por las víctimas del descarrilamiento.
El presidente Mariano Rajoy ha decretado tres días de luto oficial en el resto del país.