Yulia Moiséyenko desapareció cuando tenía cuatro años en un tren nocturno que conectaba las ciudades bielorrusas de Minsk y Osipovichi. Su padre se quedó dormido durante el trayecto y cuando despertó la niña ya no estaba.
El día de la desaparición el padre de Yulia se dirigía a Pukhovichi para vender patatas y decidió llevarse a su hija con él. Junto a la Policía, los padres buscaron a la niña sin descanso e incluso fueron sospechosos de haberla matado. Sin embargo, tras reabrirse el caso de la desaparición, el detector de mentiras demostró que los progenitores decían la verdad.
Ahora, 20 años después, Yulia se ha reencontrado con sus padres gracias a su novio. Yulia le contó que era adoptada y que no sabía su procedencia. Fue entonces cuando él comenzó a investigar y buscar a familias a las que les había desaparecido una hija de cuatro años.
Según publica Daily Mail, los agentes tenían la teoría de que la pequeña fue secuestrada en el tren por una pareja.
Las pruebas de ADN han demostrado el parentesco de Yulia, que actualmente tiene 24 años, con sus padres, que aseguran nunca perdieron la esperanza de encontrarla. "Mis padres me estuvieron buscando durante mucho tiempo. En el reencuentro, mi madre no podía dejar de abrazarme, me hizo sentarme en su regazo como si fuera una niña pequeña", relata la joven al medio.
Su padre, muy afectado, también le pidió perdón por haberla perdido de vista aquel fatídico día en el tren.
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