El Proyecto Ámbar, creado para ofrecer ayuda, asesoramiento y formación para integrarse en el mundo laboral de las personas trans, ha abierto una puerta muy difícil de cruzar para el colectivo.
El 40% de las personas transexuales aseguran que alguna vez las han rechazado en un trabajo por su identidad, porque el estigma todavía perdura. En 5 años, han ayudado a más de 300 personas de todas las edades.
Es el caso de Alejandra, que asegura que cuando la llamaban por teléfono para una entrevista de trabajo y escuchaban su voz le decían que quería hablar con Alejandra: "Les decía 'es que soy una chica transexual', y me decían 'ah bueno, luego te llamo'. Y ya no me llamaban", ha confesado.
Según un informe de la UGT, cuatro de cada diez chicas trans afirman haberlo ocultado en entrevistas de trabajo. "Hay muchas personas que no acaban su formación básica porque al final se están enfrentando a situaciones como el bullying o rechazo familiar", ha destacado Irene Navarro, responsable del Proyecto Ámbar.
"Nos acogen como una familia... vienes con el miedo de que te juzguen y son super encantadores, nos acogieron como una familia", ha destacado Killiam, que entró en el proyecto y ahora está aprendiendo un oficio en un curso de peluquería y estética. Por eso, frente al miedo, y por experiencia propia, Killiam recomienda buscar siempre ayuda.