Así lo ha manifestado la
promotora, que ha retirado ya de su web toda la información relacionada con las
viviendas de lujo en el inmueble del distrito de Chamberí que se vino abajo
causando la muerte de dos personas: "Dado el trágico siniestro acaecido en
el edificio de la calle General Martínez Campos 19, se ha suspendido cualquier
actividad relacionada con este proyecto", reza la web.
Fuentes de la promotora
han explicado que Richelieu "no tiene las llaves del lugar de la
construcción, ya que simplemente representa a la propiedad" y actúa en
calidad de "gestora". Tras aparecer los cadáveres de los dos
desaparecidos, "nuestra prioridad es el respeto a los fallecidos y a sus
familiares.
Además, se han iniciado
investigaciones de distinto carácter y, en algún momento, seguro que
encontrarán la causa del siniestro", han añadido. Obviamente,
"estamos muy interesados en conocer qué ha pasado. Una vez que se sepa, se
podrán delimitar responsabilidades. Para nosotros es importante, porque
confiamos en estas investigaciones, no caer en especulaciones", agregan
desde Richelieu.
Como
"representantes de la propiedad" y siendo "parte afectada",
afirman estar "muy pendientes de los resultados de estas" y no
quieren "precipitarse haciendo juicios antes de conocer qué ha
pasado". Sobre su vinculación con el grupo Rockfeller, aseguran que
"es muy remota", ya que Richelieu es "una promotora local, de
Madrid", aunque reconocen que "tienen a un grupo de inversión
detrás".
La propiedad, como se
hace siempre en unas obras de esta envergadura, explican, hizo una licitación
de las obras de rehabilitación integral y concurrieron "una decena de
empresas constructoras que se postularon" para el proyecto. Las participantes
fueron "puntuadas en función de su experiencia, su actividad y las obras
similares" que habían realizado. Tras "un largo proceso", la
constructora Aldesa ganó el concurso y ha sido contratada para desarrollar el
proyecto.
A su vez, Aldesa
reconoció ayer que había subcontratado a las empresas Tygma y Tepuy, algo que
se considera relativamente habitual entre constructoras, aunque Richelieu se
declara al margen de este tipo de prácticas. "La dirección facultativa del
proyecto es responsabilidad del estudio de arquitectura, mientras que la
responsabilidad sobre las dos empresas subcontratadas es, obviamente, de la
constructora principal, Aldesa", que ha resultado ganadora del contrato.
A su vez, el estudio de
Arquitectura que realizó del proyecto, el cual cuenta con ingenieros propios,
fue elegido "por su experiencia en rehabilitaciones de edificios clásicos
en el centro de Madrid", en concreto en el desarrollo de siete proyectos
similares, según la promotora.