El juez Eloy Velasco ha procesado a dos hombres, de nacionalidad marroquí, por delitos de integración en organización terrorista y enaltecimiento del terrorismo y a una mujer, española y de ascendencia marroquí, únicamente por el primer delito. Según el magistrado, los dos acusados, un joven residente en Barcelona y su tío, pertenecían a una red de adoctrinamiento yihadista que tenía como objetivo radicalizar a mujeres para lograr que viajaran a Siria o Irak para luchar con el Daesh.

El juez explica en su auto de procesamiento que llevaban un año enviando material a mujeres musulmanas mediante Internet y redes sociales, así como ensalzando las acciones del Daesh y criticando vídeos que denunciaban este tipo de terrorismo. Entre los efectos incautados a los hombres destaca un documento de juramento de fidelidad al líder del Daesh, lo que, según el juez, "se considera el más fiel reflejo de la integración de estas dos personas al citado grupo terrorista y el apoyo incondicional a sus actividades".

Además, se hallaron resguardos de que uno de ellos había enviado dinero a la viuda de un combatiente del Daesh en Siria, aunque este negó ante el juez ser yihadista y dijo que únicamente "se dedica a fumar porros y ligar con mujeres". El canal por el que realizaba la mayoría de sus actuaciones era la web Isdrarat, que fue clausurada por grupos de "hackers-activistas" como Anonymous tras los atentados de París de noviembre de 2015.

También usaban, tanto él como su tío, redes sociales en las que colgaban vídeos que criticaban al yihadismo en el que escribían para defenderlo mensajes como "os decapitaremos a todos", "os hemos traído la masacre porque vuestra sangre es lícita para nosotros, no tendréis ningún territorio excepto el infierno" o "degollar, degollar, degollar...". En uno de ello se mostraba a un soldado que, tras desertar del Daesh, explicaba los motivos por lo que había abandonado su lucha, a lo que Laddaben comentaba: "¡Enemigo de Allah! Nosotros sabemos quién eres, apóstata".

En cuanto a la procesada, también se dedicaba a captar mujeres para el Daesh y ella misma compró billetes para viajar a Turquía, y de ahí a Siria, en diciembre de 2015, pero por razones desconocidas no cogió el vuelo. La procesada manifestaba un profundo sentimiento de odio hacia los europeos en general, sostiene el juez, y hacia los españoles en particular, acusándoles de ser "escoria y franquistas que no quieren el islam". Su proceso de radicalización fue "rápido" y se inició al entrar en contacto con perfiles yihadistas de redes sociales.