Rositas y bonitos. Regalos típicos que abundan en cualquier juguetería y que normalmente tienen unas destinatarias fijas: las niñas. Un cliché con el que se propuso romper esta esta ingeniera estadounidense."Cuando le conté a mi madre que quería ser ingeniera me preguntó '¿Pero por qué'"?, ha asegurado Debbie Sterling, creadora de GoldieBlox.
Pero sin embargo, cuantas más veces le preguntaban sus motivos, más clara tuvo la respuesta. "Los niños tienen Lego, Manny Manitas, Bob el Constructor, ¿y las chicas nos tenemos que conformar con peinar a Barbie?. Creo que nos merecemos algo mejor", ha declarado en la presentación de su proyecto.
Por eso ha creado estos juguetes destinados a fomentar que las niñas dejen de ser sólo princesas y que puedan ser ingenieras. El acceso a la investigación científica es complicado, porque a pesar de que más del 50% son mujeres, en países como España sólo constituyen el 38% de los investigadores. "Ser madre y científica se pueden unir, es necesario", ha comentado Ana Crespo, académica de la Real Academia de las Ciencias Exactas.
Sólo llevan firma femenina uno de cada tres proyectos e incluso es mucho más difícil que sean tomados en serio. "Tengo compañeras que firman con sus iniciales, o con el nombre de un hombre", ha asegurado Isabel Cacho, geóloga marina.
Si todavía no tienen los regalos aquí tienen una nueva propuesta. Ustedes deciden: ¿Princesas o ingenieras?.