Ayer martes 5 de septiembre, Rodolfo Sancho aterrizó en Tailandia para visitar a su hijo Daniel Sancho, en la cárcel por el asesinato confeso del médico colombiano Edwin Arrieta. A su salida de la cárcel de Samui, en Tailandia, pronunció ante los medios sus primeras palabras después de haberse encontrado con su hijo.

"El que crea que estoy tirado por los suelos llorando, ese no soy yo. Hay dos formas de tomarse las formas en la vida: como una desgracia o como un reto. No van conseguir lágrimas de mí", aseguraba el actor a la salida de prisión, donde estuvo alrededor de unas tres horas. Pero el actor no estuvo sólo: llegó a la prisión alrededor de las 8.50 horas, acompañado por el abogado español Marcos García Montes.

Las visitas regulares en la prisión de Samui de familiares y amigos suelen durar 15 minutos, pero Sancho pudo hoy pasar más tiempo con su hijo porque iba acompañado de los abogados, a los que se les da más tiempo para entrevistarse con los presos. Silvia Bronchalo, madre de Daniel Sancho, se encuentra en Samui desde el pasado 17 de agosto y ha visitado casi a diario a su hijo en la prisión de distrito de la turística isla en medio en una gran atención mediática.

Antes de pronunciar estas palabras, quiso primero Sancho expresar sus condolencias y su "más sentido pésame" a la familia de Edwin Arrieta. También señaló que era la última vez que iba a hablar y dijo a los periodistas que esperaban fuera de la prisión que les agradecería que se fueran.

Ya en el aeropuerto de Barajas, en Madrid,el actor rompió su silencio y habló por primera vez sobre la acusación de asesinato que recae sobre su hijo. El actor aseguró que tiene "total confianza y respeto por las autoridades de Tailandia", además de sentir "el revuelo que se ha creado, el cual quiero dejar claro que no viene incitado ni por mí ni por mi familia".