"Sentimiento, natural, pasárselo bien, diversión, algo bonito". Hay tantas definiciones de sexo como personas pero, en muchas ocasiones, sigue costando hablar abiertamente de ello. Y más cuando interviene la diversidad funcional, es decir, la discapacidad.

Miriam es una de las protagonistas de un documental que intenta no solo eliminar barreras sino, también, acabar con los tabúes que siguen existiendo: "Tarde un tiempo en entender que la sexualidad es una cosa muchísimo más compleja y que abarca absolutamente todo".

Sole decidió aparcar esos miedos pero reconoce que la sociedad sigue construyendo barreras: "Es muy triste que que un ser humano pase por la vida y que no tenga oportunidad de sentir, saber qué es lo que quiere, de disfrutar".

En su día a día cuenta con la ayuda de Teo, su asistente personal. Le ayuda a levantarse y a acostarse, a vestirse, a comer, pero su amistad les llevó a hablar de la posibilidad de que Teo ejerciese también como asistente sexual para ayudarle a explorar el autoerotismo.

Personas como Sole seguirán luchando para que hablar de sexo y discapacidad deje de ser un problema y para que todos, por igual, disfruten, a su manera, de la sexualidad.