Los pastores y activistas de la región de Yamal, Rusia, se han opuesto a la propuesta que negocian los representantes regionales y estatales con los ganaderos, de sacrificar 250.000 renos con el objetivo de "reducir el riesgo de expansión de nuevos brotes de carbunco o ántrax".

Eiko Serotetto, pastor y autor de la petición contra la reducción de renos, comenta: "Decidí crear una petición porque cada pastor debería decidir el destino de sus propios renos".

La coordinadora para el ártico de Greenpeace en Rusia, Yelena Sakirko, dice que es una tragedia para animales y pastores y denuncia la falta de información sobre compensaciones. Además, activistas y y antropólogos denuncian interés por parte de la industria energética en la zona.

Investigadores de la academia de ciencias explican que el número de renos está creciendo y que el objetivo es obtener más beneficio con menos cabezas.