Las explicaciones que ha dado el Arzobispado de Zaragoza sobre el caso del diácono indemnizado son surrealistas. La explicación oficial es que recibió más de 100.000 euros brutos por abandonar su condición de religioso, aunque algunos creen que se esconde un supuesto caso de acoso dentro de la iglesia. Tras dimitir el arzobispo, anuncian una investigación.
El Arzobispado de Zaragoza acaba de abrir una investigación sobre una supuesta relación de acoso entre el sacerdote de Épila, en Zaragoza, y el que era su diácono hasta principios de año, un joven de 27 años. Una explicación negada por el sacerdote, Miguel Ángel Barco: "Eso es mentira. Vayan a buscarle a él y le preguntan".
El párroco ha presentado una denuncia por calumnias. Según él, detrás de esta acusación habría una venganza después de que el joven se enterara de que había desaconsejado su ordenación como sacerdote.
Lo sorprendente es que el Arzobispado indemnizó al diácono con 105.000 euros brutos después de que éste solicitara hace unos días desvincularse de la iglesia. Una cifra que sorprende al tratarse de una renuncia. Para Marta Garú, de 'El Heraldo', "es algo inaudito, que se sepa no se suele indemnizar a los diáconos".
Tras conocerse la noticia, el exarzobispo de Zaragoza canceló un acto que tenía. Aunque hace dos semanas anunció su jubilación, en realidad se fue obligado por el Vaticano.
EL ARZOBISPADO HABRÍA ENCUBIERTO LOS HECHOS