La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido no declarar una emergencia internacional ante el brote de coronavirus inicialmente detectado en la ciudad china de Wuhan, del que se han diagnosticado más de 600 casos en humanos y que ya ha dejado 17 muertos.

Tras dos días de reuniones en la sede de la OMS en Ginebra, un comité de emergencia formado por expertos médicos de diversos países ha descartado por ahora la posible alerta al ser "demasiado pronto", según ha señalado el presidente del comité, Didier Houssin.

No obstante, la OMS se reserva la posibilidad de volver a convocar el comité en el futuro con el fin de debatir nuevamente una eventual emergencia internacional, que supondría la puesta en marcha de medidas preventivas a nivel global.

El director general de la OMS ha destacado que la no declaración de alerta global "no significa que no pensemos que la situación sea grave", y ha explicado que los expertos han concluido que "aunque se ha convertido en una emergencia sanitaria en China, aún no se ha convertido en una emergencia internacional".

Además, ha apuntado que, por ahora, la OMS "no recomienda restricciones a los viajes o al comercio", aunque sí la puesta en marcha de controles en los aeropuertos, y ha subrayado que "todos los países deben tomar medidas para detectar posibles casos de coronavirus, también en instalaciones sanitarias".

El director general de la OMS también ha expresado su esperanza en que las medidas tomadas por las autoridades chinas para contener la epidemia, que han incluido el aislamiento de ciudades enteras como Wuhan y otras de su proximidad, "sean eficaces y al mismo tiempo cortas en duración".

Anteriores alertas de la OMS

La alerta internacional supondría la puesta en marcha de medidas preventivas a nivel global, y en el pasado se ha declarado en cinco ocasiones: ante el brote de gripe H1N1 (2009), los de ébola en África Occidental (2014) y en la República Democrática del Congo (2019), el de polio en 2014 y el de virus zika en 2016.

Los síntomas del nuevo coronavirus, denominado provisionalmente por la OMS 2019-nCoV, son en muchos casos parecidos a los de un resfriado, pero pueden venir acompañados de fiebre y fatiga, tos seca y disnea (dificultad para respirar).

El virus está presente en al menos 13 provincias chinas, además de Hong Kong y Macao, que ya han confirmado sus primeros casos. En el extranjero, por el momento, se han detectado al menos cuatro afectados en Tailandia, uno en Japón, uno en Corea del Sur, uno en Taiwán y uno en Estados Unidos.

Por ahora, la OMS no ha emitido alertas para aquellos que viajen a China y solo ha aconsejado a la población general en zonas afectadas medidas higiénicas básicas como lavarse las manos con jabón, cubrirse la boca o nariz al toser y estornudar, o evitar el contacto con personas con síntomas similares a los de una gripe.

Cierre de transportes en Wuhan

Las autoridades chinas han decidido cerrar todos los transportes en Wuhan, la ciudad de 11 millones de habitantes donde comenzó el brote del coronavirus.

En una escueta circular publicada por el nuevo centro de control y prevención de la neumonía se establece que, a partir de las 10:00 horas, se suspenden el "transporte público urbano, el metro, el ferry y los transportes de pasajeros de larga distancia".

De este modo, el aeropuerto y la estación de tren quedarán "temporalmente cerrados" y se prohíbe que ningún ciudadano "salga de Wuhan sin razones especiales" hasta nuevo aviso.

La prohibición llega tan solo un día antes del equivalente en el calendario lunar chino a la Nochevieja, ya que el próximo sábado se celebra el Año Nuevo chino, la principal época festiva del año en el país, en la que millones de personas viajan para reunirse con sus familias.

Según el comunicado, esta drástica medida tiene como objetivo "cortar de forma efectiva la transmisión del virus, contener con determinación la inercia de la propagación de la epidemia y garantizar la seguridad de las vidas y la salud de la gente".