Con una bolsa de deportes y custodiado por dos guardias civiles. Así ha salido Miguel Ángel Flores de los juzgados, acompañado, en todo momento, por su abogado. Han sido apenas unas horas, desde que el juez dictó prisión provisional bajo fianza de 200.000 euros. La solvencia del promotor de la fatídica fiesta de Halloween, tal como temían los abogados de las familias, le ha permitido eludir la cárcel. Ha tardado menos en depositar la fianza, que en declarar ante el magistrado. Ha respondido a las preguntas de todas las partes, pero no ha asumido ninguna responsabilidad.

Ha cargado contra el Ayuntamiento, la policía y hasta ha culpado a su secretaria del estado de la enfermería del Madrid Arena. Ha insistido en que cumplió con el aforo, y que la avalancha se produjo por el botellón celebrado en el parking.

El vídeo difundido por 'El Mundo', según el cual Miguel Ángel Flores presencia el traslado de las urnas con las entradas para ocultarlas en otro edificio, también ha sido objeto de algunas preguntas de las partes. Pero Flores ha dicho que no sabía nada de esas cajas.

El juez ordenó su detención ante el riesgo de fuga, y por eso ha endurecido las medidas cautelares, retirándole el pasaporte y emitiendo una orden para impedir que salga del país. Además, deberá seguir compareciendo dos veces al mes en sede judicial. Pero, tras haber depositado la fianza, Miguel Ángel Flores ha quedado en libertad.