Después de la catástrofe, toda ayuda era poca. Maria Cortés, médico del Hospital de Santiago de Compostela se encontraba en su casa cuando una compañera la llamó para comentarle la terrible situación. "Me llamó mi jefa y decidí irme corriendo a Urgencias. Poco después, llegaron las primeras ambulancias y mis compañeros diciendo que era una auténtica catástrofe".En el hospital, cuenta que más del 95% de la plantilla del hospital estaba trabajando. 

Horas después, los efectivos constataron que necesitaban más gente en la zona cero, por lo que María decidió trasladarse: "Mis compañeros del 061 fueron los primeros en llegar y organizaron la evacuación de heridos más graves a los más leves. Yo me puse a sus órdenes".

La doctora hace un balance de la situación vivida en la zona de la catástrofe: "La gente ayudó en todo lo que pudo. Trajeron mantas, bebidas, ayudaron a trasladar a los heridos, incluso muchos compañeros que vivían por la zona se acercaron a ayudar".

La rápida evacuación y la atención de los heridos fue clave en el momento del desatre. Ellos aún no se han dado cuenta de la heroicidad de sus actos. María ha afirmado:" Sólo soy consciente de que había que trabajar y poner nuestro granito de arena. Teniamos que minimizar en lo posible los daños".