Conciliar durante esta pandemia está siendo muy complicado para muchas mujeres. Según un estudio de 'Club Malasmadres', una de cada cuatro mujeres ha renunciado a todo o parte de su trabajo para poder conciliar, para cuidar de su hijo o hija en situaciones como las cuarentenas preventivas.

Desde la asociación denuncian que son ellas, las mujeres, las más afectadas por la falta de medidas de conciliación. "La hemos costeado nosotras, las mujeres, a través de días de vacaciones, días de permisos sin sueldo, de excedencias, de reducción de jornada al 100%", explica Laura Baeana, fundadora del 'Club Malasmadres'.

Estas son las herramientas a las que han tenido que aferrarse para no perder sus trabajos, pero que tienen un impacto directo en su situación económica, ya que como explican desde UGT, conlleva una reducción del salario: "Una vez más, las mujeres somos la que reducimos nuestros salarios, nuestra jornada laboral, para el cuidado de nuestros hijos".

En este contexto, la "corresponsabilidad está lejos de ser una realidad en España", denuncia Baeana. La situación, lejos de mejorar, ha empeorado para el 11% de las mujeres, según estima el último informe de 'Malasmadres'

Es el caso de Cleo, que en pleno confinamiento tuvo que hacerse cargo sola de sus dos hijos tras su divorcio mientras trabajaba como agente comercial. La reducción de jornada es la solución que le plantearon para poder conciliar, pero ello implica reducir también el sueldo a la mitad, y sin ese dinero es muy difícil salir adelanta.

Incapaz de alcanzar los objetivos, su médico le dio la baja por ansiedad y, en ese momento, la empresa la despidió. "Yo me veo en inferioridad de condiciones con respecto a mis compañeros. Ellos no tienen que llevar niños al colegio, no tienen que hacer merienda, no tienen que hacer desayunos... Yo tenía que hacer los objetivos del trabajo más todo eso", cuenta a laSexta.

Por situaciones así, desde los sindicatos piden a las empresas que hagan uso de los planes de igualdad ya implantados. "Lo que hay que establecer son discriminaciones positivas hacia los hombres, incentivos, y hacer campañas para que san ellos los que también se hagan corresponsales de los cuidados de las personas mayores y de nuestros hijos e hijas", explican desde UGT.

Esta realidad empeora en el caso de las familias monoparentales. El 80% están conformadas por mujeres, y de ellas, tres de cada diez han tenido que renunciar a su trabajo para poder conciliar.