El Ministerio Fiscal recoge en su escrito de acusación que Adaia, la joven acusada de arrancar parte de la lengua a su entonces pareja de un mordisco, lo hizo en el transcurso de una agresión mutua en la que su novio, Aron, "la agarró del cuello, la levantó y la tiró al suelo", según informa el periodista Carlos Quílez en 'El Taquígrafo'.

Según la Fiscalía, esa noche ambos mantuvieron una fuerte discusión y "se agredieron mutuamente" con la intención de "menoscabar la integridad física del otro".

El escrito de calificación del fiscal recoge que el hombre "agarró del cuello" a Adaia y a continuación "la levantó y la tiró al suelo, donde la tuvo contenida y no le dejó que cogiera el móvil, para, más tarde, agarrarla de nuevo por la boca y por el cuello, abrirle con las manos la boca, meterle los dedos y presionarle el piercing que la mujer llevaba en la boca".

Fue entonces cuando cuando la joven "mordió con fuerza" la lengua del hombre, "mientras este la besaba".

Como consecuencia, Aron sufrió la amputación de dos terceras partes de la lengua, por lo que la Fiscalía pide ocho años de cárcel para Adaia, por un delito de lesiones. Él está acusado de maltrato, y el Fiscal pide para él un año de prisión.

Diferentes versiones

Adaia habló con laSexta tras conocerse la acusación contra ella y sostuvo que sufría malos tratos por parte de su expareja, que, dijo, en el momento de los hechos la estaba "ahogando".

"Él me siguió, me cogió, se puso encima y cuando pasó eso me estaba ahogando", explicó la joven, que sostiene que el chico la tenía retenida "con una mano en el cuello", que no podía moverse y que llegó a pensar que se "iba de este mundo".

El hombre, en cambio, mantiene una versión diferente de los hechos. Sostiene que su exnovia comenzó a romper objetos del domicilio y después se fue. Según recoge su abogado en su escrito de acusación, en el que pide 10 años de prisión para ella, después regresó más calmada, pero al poco volvió a "entrar en cólera".

"Mi representado trató de calmarla, le dio un abrazo y con su consentimiento, la besó en la boca, momento en que la acusada, aprovechando la situación de confianza, le dio un fuerte mordisco en la lengua, amputándole el tercio anterior", asegura. "Mi representado, ante esta súbita e inesperada agresión, la apartó cogiéndola del cuello. Acto seguido, la acusada escupió al suelo el trozo de lengua y se dio a la fuga".