Se trata de un 2x1 en joyería, volver a usar piezas pasadas de moda por la quinta parte de lo que costaría comprar una nueva. Lourdes González, diseñadora de joyas recicladas, nos ha informado de que una joya nueva vale unos 6.00 euros, pero que "si la clienta trae sus brillantes le puede costar unos 1.000 euros".

La transformación también da la opción de multiplicar las joyas y convertir, por ejemplo, un collar de zafiros de colores en una pulsera, una sortija y un par de pendientes.

El otro gran símbolo del lujo, la piel, tampoco se resiste al reciclaje. Primero se desarma la prenda, después se buscan patrones modernos y, sin comprar piel nueva, volvemos a estrenar abrigo.

Aurora Maroto, diseñadora de prendas de piel nos ha dicho que, si un abrigo de piel nuevo cuesta entre 3.000 y 5.000 euros, "por 1.000 euros podemos transformarlo".

El lujo también utiliza el reciclaje como fuente de ingresos, un sector que, a pesar de la crisis, crece a un ritmo del 12% anual.