Medio centenar de jóvenes católicos se han concentrado este medio día frente a las puertas del palacio Arzobispal de Sevilla para denunciar la "involución" de la Iglesia.

Apuestan por una institución más democrática que dé respuestas a las necesidades reales de la sociedad. Además, han criticado con dureza la represión sexual ejercida desde la jerarquía eclesiástica.

"Pedimos pluralidad a la Iglesia, que vaya con los tiempos, que avance, que se pronuncie tanto en cuestiones sociales como teológicas, que tome iniciativas en temas tan importantes como el papel de la mujer".