Seis presos de una cárcel del Condado de Polk, en Georgia,
se encontraban en un cementerio cercano a la prisión realizando labores de
jardinería, cuando el policía que les estaba custodiando sufrió un golpe de
calor debido a las altas temperaturas y se desmayó.
Los presos tenían una oportunidad perfecta para salir
corriendo y escapar de la prisión, pero en lugar de esto no dudaron en correr a
socorrer al guardia.
Le desabrocharon la camisa y le quitaron el chaleco
antibalas para poder practicarle en el pecho un masaje cardiopulmonar y
utilizaron el teléfono que llevaba el agente para llamar a emergencias, según
ha publicado '11Alive'.
Uno de los presos que realizó la llamada informó a los médicos
de que el agente llevaba más de un minuto sin respirar y se encontraba
inconsciente. "Cuando comenzó a respirar lo hacía muy fuerte y
rápido", ha relatado Greg Williams, uno de los presos.
Los servicios sanitarios de emergencias no tardaron en
llegar al lugar de los hechos, pero la Oficina del Sheriff ha felicitado a los
presos a quienes ha demostrado su agradecimiento con raciones extras de comida
y postres.
Williams ha querido dejar claro que él y sus compañeros solo
hicieron lo que debían hacer. "Cuando pasa algo así, no se trata de quién
está en la cárcel y quién no" ha explicado. Además ha añadido que "se
trataba de un hombre que se había caído y teníamos que ayudarle".