Para expulsar de sus casas a propietarios e inquilinos morosos, se han llegado a emplear métodos en el límite de lo insoportable.
Éste es solo el final de un largo calvario... Olga lleva años luchando por su casa, su peor momento fueron los primeros meses del proceso, cuando empezaron los impagos...
"Me llamaban 3, 4 ó 5 veces, tanto por la mañana como por la tarde. Usted sabrá lo que tiene que hacer, si tiene bienes en su país y le pueden ayudar, pida", explica Olga.
En su caso, Bankia niega el acoso, desde la entidad dicen que el teléfono es su manera de contactar con sus clientes. Ella está en tratamiento psicológico. Le ha podido la presión.
"Pueden hacer daños que no están calculados sobre la persona que recibe la llamada o sobre la familia de esta persona", cuenta Ernolando Peña, miembro de la asociación de Psicólogos sin Fronteras.
Victoria también está en tratamiento. Ella también denuncia haber sufrido este tipo de prácticas. "Siempre había llamadas constantes, con amenazas de que si no pagaba me iban a aembargar, que por favor me acercase", explica Victoria.
Hace unos días le denegaron la dación en pago y dice que el banco se niega a negociar. El BBVA asegura que la negociación no está parada y dicen que ese acoso nunca ha existido.
También hay inquilinos alquilados que denuncian ser hostigados. En su caso, el dueño del piso puede acudir a empresas de cobro de morosos que prometen echarlos en el plazo de un mes.
Por teléfono, una de estas empresas negó a laSexta Noticias ofrecer estos servicios.
La versión es diferente si la consulta la hace un particular. “Se presentan en el domicilio, para que los vecinos se enteren, nos presentaremos en el trabajo, nos presentaremos cuando esté en una reunión familiar o con sus amistades. Lo que vamos a hacer con esas visitas es ponerle la cara colorada y hacerles pasar un poco de vergüenza”. Sus tarifas suelen ser un porcentaje, en torno al 40% de la deuda que acumula el moroso.