Lidia González, una joven de 22 años, falleció en julio a causa de un tumor cerebral, solo dos meses después de ser intervenida en el Hospital de Valladolid. Su familia denuncia que no le dieron la oportunidad de luchar contra él: "Si se hubiese muerto con un tratamiento, pensaría que hemos hecho lo que hemos podido, pero la duda de si seguiría viva si hubiese recibido tratamiento no me la van a quitar nunca", dice Lidia García, madre de la joven fallecida, entre lágrimas.

La joven no recibió ningún tratamiento porque estaba esperando los resultados de las pruebas. "Para mí se ha muerto con una esperanza y, a la vez, engañada porque ella estaba pensando hasta en volver a trabajar", expresa Miriam González, hermana de Lidia, sin poder contener la emoción, a lo que añade que llamaban para conocer los resultados y les decían que ya se los enviarían porque había "muchos más casos" y estaban "saturados por el coronavirus".

Lo único que recibieron a principios de junio y por correo ordinario es el documento que aparece en el vídeo en el que se indica que "como no estaba conforme el patólogo de Valladolid, remiten las pruebas al hospital de León".

Un mes después de la operación, Lidia visitó a su oncólogo, quien todavía no había recibido los resultados definitivos de las pruebas. "Nos dijo que como los datos no eran concluyentes, no podía ponerle un tratamiento sin el nombre y apellido del tumor", señala Lidia García.

Denuncian que la oncóloga no hizo caso a la joven cuando empeoró

En ese momento, la joven comenzó a sentir mareos, pérdida de memoria y temblores y se lo contó en la consulta a la neurocirujana que la operó. Sin embargo, tal y como denuncia la hermana de la joven, "la neurocirujana no se levantó ni a mirarle la cabeza y cuando mi hermana le dijo todo lo que padecía, ella le contestó que se lo comentase a su oncólogo en su próxima visita".

Finalmente, la visita con el oncólogo la tuvo el 2 de julio, momento en el que el oncólogo le aseguró que había podido hablar con León y que el diagnóstico podría no ser tan grave como pensaban. "Le dijo que con el tratamiento tenía una esperanza de vida de diez años y mi hermana salió de allí esperanzada", expresa Miriam González.

Pero tras empeorar su estado, Lidia ingresó en el Hospital el 6 de julio. Tal y como indica la hermana de Lidia, "el cerebro estaba bastante inflamado y se estaba volviendo a reproducir el tumor". Y solo seis días después, el 12 de julio, la joven de 22 años falleció.

Solo pido justicia, que le pidan perdón y que esto no vuelva a pasar"

Lidia, madre de la joven fallecida

"Yo solo quiero poder decirle a mi hija que hemos conseguido justicia y que le pidan perdón, es lo único que pido, y que esto no le vuelva a pasar a nadie más", dice entre lágrimas la madre de Lidia González.

La Consejería de Sanidad de Castilla y León no se ha pronunciado sobre este caso que no ha sido el único que ha evidenciado que la saturación de los hospitales durante la pandemia ha provocado las muertes de pacientes con otras patologías.