En España, la tasa de mortalidad gestacional se sitúa entre cuatro y cinco bebés cada 1.000 nacimientos. Beatriz Brage estaba de 41 semanas cuando en una ecografía los médicos le dijeron las tres palabras: "No hay latido". "Mi hijo existió y existirá siempre. Ethan se llamaba mi hijo, bueno, se llama", expresa, tras lo que relata el terrible momento que vivió cuando estaba embarazada: "Me dijeron que no había latido y empecé a gritar; no me lo creía y decía que me lo quitasen; encima tenía que parir y hacerme una cesárea".

El hecho de que el duelo perinatal sea tabú hace que se lleve en silencio. Por ello, las madres reclaman protocolos hospitalarios y mayor conciencia social en esta dura experiencia. En el caso de Beatriz Brage, recuerda que su duelo ha estado cargado de confusión: "Me decían que lo olvidase, que no lo conocía, que no lo llevé a casa, y que tenía otra hija y que por suerte no le pasó a tu hija. Me llegaron a decir cada cosa...".

Lo mismo le dijeron a Beatriz Rodríguez tras la muerte de Yara. "Me dijeron que iba a tener más hijos, pero yo el que tenía era ese. Ya tenía la habitación arreglada con su cuna. Yo pensaba que solamente me había pasado a mí, pero le había pasado a mucha más gente", manifiesta.

Ella y su marido han luchado para mejorar la atención médica en Galicia. Y es que, tal y como cuenta, para ella "era muy triste acabar de perder una hija y tener al lado a mujeres que habían tenido a sus hijas y a las que les estaban dando sus canastillas".

María González, madre en duelo y presidenta de 'Esku Hutsik', también sintió ese tabú, unido a la incomprensión. "Me decían que era joven y que ya tendría otro. Esto cuando se muere tu padre o tu pareja, nadie te dice que ya tendrás otro. Sin embargo, con un hijo parece que le puedes sustituir", destaca.

En este sentido, González pide que esta realidad invisibilizada tenga reconocimiento social. "Existe la palabra huérfano, viudo, pero no existe una palabra para definir la pérdida de un hijo", lamenta. María y su marido decidieron tener más hijos, y hoy es madre de Lucía, Julen y Julia. "Fue otro regalo que nos mandó su hermana", expresa.