'Tolerancia cero a los abusos sexuales', es la máxima que predica el papa Francisco. Fue su antecesor, Benedicto XVI el que abrió la puerta, el primer pontífice que tuvo que pedir perdón. Incluso condenó al ostracismo a Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, con más de 200 denuncias por abusos y el apoyo incondicional de Juan Pablo II.

Tres posturas muy diferentes al frente del Vaticano, que con Francisco intenta limpiar estos escándalos. El pontífice en su mandato ya ha apartado a 200 cargos de la iglesia. Pero no siempre el Vaticano actúa con tanta contundencia: el lider de los Legionarios en Chile ha sido condenado por la Justicia, pero Roma aún no ha decidido sobre su futuro en la iglesia.

Tampoco se sigue el ejemplo de Francisco en el caso de Granada, el arzobispo debería haber actuado contra todos los acusados y denunciado personalmente el escándalo. Sin embargo, a Javier Martínez nunca le gustó hablar de los abusos en su diócesis. "Esta es la peor entrevista que me han hecho nunca", así contestó cuando aún era arzobispo de Córdoba al ser preguntado por un caso. El cura del que no quiso hablar fue condenado a 11 años de prisión.