Lucía tiene once años y ha ido a un campamento a pasar sus vacaciones de verano. “Es lo que más deseo ahora, es la primera vez que vengo a un campamento”, explica la joven.  Ha podido gracias a una asociación, que cada año organiza un campamento para niños con pocos recursos.

“Para muchos niños son los únicas vacaciones que tienen, y si no vienen al campamento se quedarían en Madrid los dos meses de verano”, asegura Javier Adrados, de la Asociación MASI. Durante 15 días se olvidan de los problemas de casa, por eso surgen iniciativas como ésta en Barcelona, que ayudan a familias en riesgo de exclusión social. Una vez por semana, los niños van a la piscina con sus madres. Para que todos los niños puedan seguir sonriendo.