A día de hoy y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. En España, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el número total de casos alcanzó los 277.234 pacientes. Entre los cánceres más diagnosticados en nuestro país, el de colon, próstata, mama y pulmón se sitúan a la cabeza.

Tal y como informan desde SEOM, en los último 20 años el número de tumores diagnosticados ha experimentado un crecimiento constante en España. Esto se debe no solo al aumento de la población, sino también al envejecimiento de la misma. El riesgo de desarrollar un cáncer es mayor que hace unos años, sin embargo, el riesgo a morir a causa de esta enfermedad ha disminuido considerablemente.

Actualmente, hay un elevado porcentaje de cánceres que se pueden curar mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia. Este proceso curativo es mucho más eficaz si se detecta el tumor cuando aún no se ha expandido lo suficiente. Por este motivo, la prevención y la detección temprana son fundamentales para poder parar a tiempo el crecimiento de células malignas que originan el cáncer. La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) dedica un apartado completo en su página web oficial relacionada con la prevención del cáncer:

Ejercicio físico y dietas saludables

Dos de las razones más comunes relacionadas con un riesgo elevado de padecer algún tipo de cáncer son la falta de ejercicio y un índice de masa corporal elevado ligado a una mala dieta alimenticia. Por esta razón, una buena medida preventiva con respecto al cáncer en general es tener una vida activa y un equilibrio en la dieta.

Desde la Asociación Española contra el Cáncer recomiendan hacer ejercicio moderado al menos durante 30 minutos, cinco días a la semana. Una recomendación bastante asequible para todos. En el caso de niños y adolescentes aconsejan al menos 60 minutos.

Evita las escaleras mecánicas, los ascensores y las distancias cortas en transporte público. Ve andando a los sitios a paso ligero y sube y baja las escaleras a pie. Elige algún deporte colectivo que te guste e inclúyelo en tu rutina diaria. A toda esta actividad física hay que sumarle una buena dieta equilibrada que la acompañe. Incluir mucha fruta y verdura en tus comidas.

El sobrepeso se ha convertido en una problema que preocupa en el plano de la salud pública en España, sobre todo en niños y adolescente. Hay muchas personas con tendencia a ganar peso con facilidad y para evitarlo es necesario que equilibren las calorías que ingieren con la actividad física que realizan. Hay que tener en cuenta el tipo de comida que se ingiere, intentar que sea saludable y controlar las cantidades.

No fumes y evita el alcohol

Cuando te fumas un cigarrillo, un puro o una pipa, estás inhalando una enorme cantidad de sustancias diferentes altamente tóxicas y cancerígenas, entre ellos la nicotina, alquitranes y sustancias irritantes. El tabaco es la razón más acusada de uno de los cánceres más agresivos y comunes: el cáncer de pulmón. Una muy buena medida preventiva es no fumar.

Si ya eres fumador, te conviene saber que cuando dejas de fumar tienes muchos menos riesgos de salud que cuando se fuma. El tiempo necesario para notar los beneficios de dejar de fumar es diferente dependiendo del tipo de riesgo al que nos refiramos. Los riesgos van disminuyendo progresivamente hasta que entre los 10 y 15 años el riesgo de tener un cáncer de pulmón es similar al de los no fumadores.

Además, todos los médicos aconsejan evitar las bebidas alcohólicas. El consumo de este tipo de bebidas aumenta el riesgo de padecer entre otros, cáncer de la cavidad oral, faringe, laringe, esófago, hígado, colorrectal y mama, según informa la Asociación Española contra el Cáncer.

Si al consumo habitual de bebidas alcohólicas le añadimos el de tabaco, se multiplica el riesgo de padecer algunos de estos cánceres entre 10 y 100 veces respecto a las personas que nunca han fumado ni bebido.

La importancia del sol y su radiación

Evita la exposición innecesaria e inadecuada al sol, esta produce trastornos que pueden manifestarse a corto o a largo plazo, entre los que destacan: las quemaduras solares, el bronceado, envejecimiento de la piel, engrosamiento de la piel, alteraciones de la pigmentación y el cáncer de piel.

El cáncer de piel está directamente relacionado con la exposición al sol en el 90 % de los casos. Actualmente se sabe que la frecuencia, la intensidad y el número de veces que te expongas al sol, sobre todo durante la infancia y la adolescencia, están directamente relacionados con el riesgo de aparición de este tipo de cáncer. La radiación solar es peligrosa y por ese motivo siempre se recomienda el uso de protección solar y evitar las horas más fuertes de sol.

Acude a tu médico si hay señales de alarma

Muchos cánceres suelen dar señales de alarma que pueden hacer que se detecten de forma precoz aumentando las posibilidades de cura. Bultos, nódulos, hemorragias anormales, nuevos lunares, cambios intestinales, pérdidas de peso inexplicables, dolores persistentes o tos y ronqueras perdurables, son muchos de los síntomas o pequeñas señales que pueden esconder un tumor. Ante cualquiera de ellos, no dudes en consultar e informar a tu médico de las anomalías.