"A pesar de que las pelotas de goma se consideran armas menos letales, ha quedado demostrado mediante jurisprudencia que pueden causar daños irreparables e incluso mortales", ha lamentado el Defensor del Pueblo catalán, Rafael Ribó. Además,ha pedido que se establezca una orden clara de actuación en la que se enumeren las fases que hay que seguir en el uso de material antidisturbios.
Estas recomendaciones del defensor del pueblo catalán, que son conclusión de una actuación de oficio abierta tras recibir cuatro quejas en este sentido, coincide con la séptima víctima por el impacto de una pelota de goma en Cataluña, Esther Quintana, quien perdió el globo ocular del ojo izquierdo durante la manifestación de la huelga general del pasado 14 de noviembre.
Tras recopilar información y analizar el uso de este método, Ribó ha concluido que es necesario revisar la formación de los agentes que pueden usar proyectiles, ya que "el uso desproporcionado de la fuerza que han demostrado en más de una ocasión puede responder, entre otros factores, a carencias en su instrucción".
"Las pelotas de goma deben tirarse a 50 metros de distancia y es muy complicado cumplir este requisito en según qué situaciones", ha añadido Ribó, recordando que el recorrido de las pelotas es arbitrario e imprevisible, lo que no ofrece garantías para no causar graves daños a las personas.
En este sentido, ha propuesto incrementar el número de efectivos policiales y valorar otros métodos disuasorios, como el uso de agua y gases, poniendo como ejemplo los protocolos que se usan en Alemania cuando hay desórdenes públicos y grandes concentraciones.
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