El marzo de 2016 Martha Teresita Chávez mató a sus tres hijas de siete, cinco y tres años en Morelia, Mexico. "Las maté para que no sufrieran en la vida de mayores", confesó al declarar ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, según recoge el diario local 'La Voz de Michoacan'.

La madre, profesora de profesión, confesó haberlo planeado todo: jugó con ellas en casa hasta que las golpeó con un martillo para que quedasen inconscientes y después las asfixió con una bufanda.

Sin embargo, tres años después, el tribunal ha considerado que su delito es "inimputable" (no se la puede declarar culpable) por "padecer un trastorno mental y de comportamiento". Por ello, Martha Teresita, que se encontraba recluida desde el triple asesinato en un centro de readaptación social, ha sido puesta en libertad.

La mujer había sido diagnosticada en 2013 con un trastorno de bipolaridad y había recibido tratamiento psiquiátrico cuando cometió el crimen.

Aunque ha sido puesta en libertad, Chávez tendrá que seguir un tratamiento por un periodo de diez años y estar bajo vigilancia al menos 16 horas diarias. Además, deberá pagar una indemnización de 1.108.747 pesos (casi 52.000 euros) al padre de sus tres hijas como reparación del daño, al ser víctima indirecta.