Prefieren actuar en lugares abiertos para poder huir. Su modus operandi consiste en reventar la carcasa del cajero y lo hacen explotar. Requiere de una importante especialización.

Primero inyectan gas acetileno por detrás del cajero después introducen cables que conectan a unas pilas y, finalmente, salen para hacer contacto y conseguir que explote. Después, rompen una de las puertas y entran a la entidad. Desde dentro y por detrás, se llevan todo el dinero.

Un método muy peligroso que puede poner en peligro las estructuras del edificio y la vida de muchas personas.

Este grupo criminal desarticulado, no es el único que utiliza este modus operandi. En Zaragoza ya han robado 14 cajeros y en Valladolid siete en menos de un mes.

La Guardia civil ha incautado  en el domicilio de los detenidos, bombonas de acetileno, una escopeta y munición.