El entorno familiar es, en el 94% de los casos, el responsable del cuidado de la persona con Alzheimer, una enfermedad que supone un coste anual por paciente de 31.000 euros para la familia. Por ello, desde la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias (CEAFA) quieren resaltar el valor del cuidador a través de la campaña 'Con "C" de cuidador, con "C" de CEAFA', con motivo del Día Mundial del Alzheimer el próximo 21 de septiembre.

"La familia ha sido el marco en el que las personas dependientes han desarrollado su vida y han recibido las atenciones que precisaban. El cuidado familiar está supliendo en buena medida la responsabilidad de los sistemas sociales y sanitarios que deberían ser los principales agentes proveedores de las atenciones que este colectivo precisa", ha reivindicado la presidenta de CEAFA, Cheles Cantabrana, durante la presentación de la campaña en Madrid que cuenta con el apoyo de '3M' y El Corte Inglés.

Según el estudio 'El cuidador en España' elaborado por CEAFA y la Fundación Sanitas en 2016, uno de cada cuatro hogares españoles se ve afectado por un familiar con Alzheimer y, desde la organización, han recalcado la necesidad de "proporcionar los recursos necesarios en condiciones de equidad para evitar la exclusión social, así como el reconocimiento del 33 por ciento de discapacidad".

El propósito de la campaña es mejorar la calidad de vida de los afectados por el Alzheimer y dotarles de las herramientas necesarias para paliar las consecuencias del impacto socio-laboral y socio-económico que supone la enfermedad.

Para ello, "existe un trabajo en común que nos hace avanzar y reivindicar la situación de mejora de la enfermedad. Hay que situar en la calle lo que supone el Alzheimer porque esto es un recordatorio sobre la situación, pero lo más importante son el resto de días", ha subrayado el presidente del IMSERSO, César Antón. En primer lugar, la presidenta de CEAFA ha señalado que lo esencial es reconocer la figura del cuidador familiar, visibilizar su labor ante la sociedad y garantizar el mejor de los cuidados en el entorno familiar. Para ello, se debería proteger el derecho al trabajo, obtener una bonificación de costes sociales y una serie de medidas fiscales específicas.

Además, establecer programas de conciliación en materia laboral e incluir a la familia en el modelo asistencial con, por ejemplo, la centralización de los trámites de dependencia y con programas de intervención socio-sanitaria de familias y cuidadores.

Por otro lado, dotar de recursos a la familia mientras dure el cuidado y articularse un marco jurídico protector. De tal manera, se debe conocer la situación real de los cuidadores y definir itinerarios de intervención en base a las necesidades laborales, sociales o personales detectadas. Así mismo, se debe contemplar el reconocimiento del cuidador una vez haya finalizado para realizar un análisis posterior de sus necesidades.