Hay quienes llevan años reivindicando que se acabe con la distinción horaria, es decir, que la península tenga el mismo horario que Canarias, Portugal o Reino Unido. 

En palabras de Ignacio Buqueras, Presidente Comisión Nacional para la Racionalización de los horarios españoles, "hemos pedido el cambio al Gobierno para que cambien la hora, a ellos no les supone esfuerzo y ganaríamos en calidad de vida".

Sin embargo, si seguimos así es porque con el cambio horario ahorramos energía. El problema es que cambiamos la hora, pero no los hábitos y al aprovechar más el sol, dormimos de media 53 minutos menos que el resto de europeos. Algo que afecta negativamente a nuestra salud y a la productividad laboral.

Un cambio que afecta también al tiempo de ocio, por ello los mpresarios del sector llaman a la insumisión. Así lo expresa Oscar Cascallana, Director Ejecutivo de 'Cerveza Moustache', "no queremos que cambie la hora porque no disfrutamos así de la vida, de nuestra familia, de nuestro tiempo de ocio".

Dicen que los españoles disfrutamos de un ocio acelerado. De ahí que en vez de pintas como los europeos, tomemos cañas.

El culpable de esta diferencia es Franco, él fue quien decidió en 1942 que tuvieramos la misma hora que la Alemania de Hitler.

Los gallegos son los que más a favor están no cambiar la hora, ven más adecuado compartir hora con Portugal que con Baleares, con los que tienen una hora y media de diferencia lumínica.