El Ayuntamiento de Berlín, Alemania, ha anunciado que pondrá en marcha un plan para congelar durante cinco años el precio de las viviendas en alquiler. Con esta iniciativa, que afectaría a 1,6 millones de viviendas, las autoridades quieren contrarrestar la subida tan drástica registrada durante los últimos años.

Por ejemplo, un apartamento en Berlín puede costar de media unos 1.500 euros al mes y su precio ha ido ascendiendo. Una de las explicaciones de esta crecida es el cambio de vida: los jóvenes quieren vivir en el centro de las ciudades y la demanda se dispara.

La medida entrará en vigor en enero de 2020, aunque será con carácter retroactivo a julio de 2019. Así, evitarían subidas masivas en las rentas antes de que se aplique la ley. Será entonces cuando los dueños de las casas no podrían subir el precio a los actuales inquilinos, ni elevarlo en caso de cambio de residentes.

En España, el coste de la vivienda sigue creciendo mientras que los salarios se estancan. No obstante, desde las inmobiliarias aseguran que esta medida no se debería imponer en nuestro país. "Hay que intentar no limitar porque eso puede provocar una retención a la vivienda y que no salga para alquilar", explica Santiago Doueihí, miembro de la inmobiliaria Quantum.

Aunque los expertos también alertan de las posibles consecuencias, como la aparición del mercado negro, el alcalde de Valencia Joan Ribó pide a la Generalitat Valenciana y al Gobierno español que tome el ejemplo alemán para poder trasladarlo a nuestro país.